domingo, septiembre 14, 2008


Adicciones

Las pasiones, pathos, nos dominan. En esos momentos queremos poner la cabeza debajo de la cuchilla de la guillotina y esperamos que alguien piadoso suelte la cuerda que finalmente haga rodar nuestra cabeza. Si como algunos sostienen todo es discurso, entonces qué hay de nuestros cuerpos. Hoy lo sabemos, nada más retórico que nuestra carne y nuestra subjetividad. Otros, más extremos, dirán "cuándo no lo fue". Quién lo sabe. Cómo podemos saberlo. Podemos ser mera verba, una vaga inscripción. Escrito en el cuerpo diría Greenaway. ¿Entonces, lo que éramos y lo que elegimos dónde se sostiene? Sin embargo ciertas ausencias duelen como si fueran la misma carnadura de nuestro ser. Falta el aire y el vacío se hace insoportable. No somos más que palabras, pero algo escrito, entonces, nos quema desde adentro. ¿Dónde estás?

1 comentario:

Anónimo dijo...

cold in hand blues

y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo

El infierno musical (1971), Alejandra Pizarnik