martes, mayo 22, 2007

Bridge Over Troubled Waters

Después del sermón del Padre Deshecho, una canción de iglesia para nuestros fieles.

sábado, mayo 19, 2007

Deshechos laborales

La razón de sus vidas

Somos unos boludos. ¿No digan que nadie se había dado cuenta? Vamos a pensar, entonces, que los boludos son ustedes y eso, amigos, de la audiencia, del lectorado, no se dice nunca. Es casi el padrenuestro del mercado, la frase final de todo diálogo: el cliente siempre tiene la razón. Incluso esa razón que nadie tiene, esa que no existe, esa, también la tiene el cliente.
Hace unos días, unos amigos nos comentaron que los últimos post que subimos a Deshecho, por su carácter comprometido, manifestaban una merma en la calidad. Para ser más precisos, se animaron a decir que eran "berretas". ¿Qué curiosa época en la que vivimos? Ni los chinos son comunistas. De los liberales no decimos nada porque siempre fueron unos malditos hijos de puta.
Pero bueno, pensábamos en esto que nos señalaban nuestros amigos. ¿Tendrán razón? Esa razón que no tienen los clientes. Hoy el mundo se volvió tan Alan Pauls, hay que ser lindo y escribir novelas del siglo XIX para que las chicas y los críticos literarios, gracias a Anagrama, las lean en el subte y se masturben en secreto bajos sus cómplices duchas. O sea, a la mierda el engagement, que ya fue, hoy la formalidad es el más deseado tesoro.

Mientras tanto en ciudad gótica, uno de nuestros colaboradores escuchaba la siguiente respuesta de parte de la rasposa voz de su jefe, a propósito de un legítimo reclamo sobre horas trabajadas en la Feria del libro 07, las cuales no fueron remuneradas, las voz rasposa dijo con tono de consejo paternal: "No pase facturas. No está bien".
Nuestro colaborador pensó: "Qué lástima que en la Feria de la cultura se hayan facturados los libros. No está bien pasarle facturas a los clientes a cambio de los textos."

En definitiva, este blog se nos fue a la mierda con tantos derechos de los trabajadores. Mejor leer el Pasado de Pauls. Todo tiempo pasado fue mejor y además, el cliente, esa categoría que superó dialécticamente al ciudadano, siempre tiene la razón.

jueves, mayo 17, 2007

Nuestro Diccionario

Palabras deshechas *

Los pequeños placeres trotskistas, esos momentos donde acariciamos la ilusión de la revolución... Revolución es una palabra que el otro día vi escrita sin tapujos en la tapa de la revista Genios con motivo de la memoria de aquel 25 de Mayo. Palabra en fín que, fuera del campo de la escolaridad, es mal vista, por pestilente, por setentista. Hoy que muchos intelectuales se jactan de haber superado a Marx con reversiones del marxismo tan sofisticadas que nadie puede entender, la realidad -palabra complicada en sí- sigue funcionando con la vieja lógica del capital. Y si no, andá a pedir un aumento a ver qué pasa. Pretendé formar un sindicato fuera del que tocó en suerte y verás como unos lúmpenes peronistas te rompen los huesos una noche en Mataderos. Muchas veces sueño con que suelte el toro que se le soltó a Echeverría en el Matadero y nos salpique a todos de barro.
Con el precioso barro de la historia.

* Nota acercada por uno de nuestros corresponsales en Buenos Aires

domingo, mayo 06, 2007


Sobre un dragón llamado Cortázar

En una camioneta como esta de la foto, Julio Cortázar y su mujer Carol Dunlop, recorrieron la distancia que separa París de Marsella. En ese recorrido hicieron todas las paradas necesarias como para elaborar el libro Los autonautas de la cosmopista. Un libro de viaje, que es turístico si por turismo entendemos una variante de la aventura.

En homenaje a ese dragón, el texto que sigue:


Fafner

Hoy que la ciencia demostró que los mitos eran puro cuento –se comprobó que el caballo de Atila no sabía trotar– hay muchos para los que la existencia de Fafner no remite a nada. Algunos sostienen que es un índice mocho que no señala a ninguna parte. Y los que lo conocen de más cerca saben que con suerte y una fuerte bronquitis otoñal, apenas podría escupir una flama que no alcanzaría para encenderle el toscanito a un jubilado en la plaza.
Para todos es el triste emblema de una raza venida a menos. Su leyenda no asusta a nadie; es más, hay gente que, aún viéndolo en un buen día, jamás llegaría a relacionarlo con sus antecesores, aquellos brutos mastodontes que supieron sembrar el terror en la lejana Prehistoria. Este dragón famélico merma sus potencias, día a día, tras las rejas de su jaula en el zoológico municipal.
Las autoridades de dicha institución, están pensando en reemplazarlo por una tortuga marina de Nueva Guinea que en una pileta olímpica es capaz de permanecer días sumergida sin alimentarse. “Podría ser una gran atracción”, prometen en rueda de prensa. Pero hasta ahora son meras promesas electorales de quienes buscan perpetuarse en un cargo. Lo cierto es que el presupuesto es insuficiente y en lo que toca a Fafner, a nadie le interesa sostener monstruos pasados de moda. A decir de un conocido mío que trabaja en la administración del zoo, el grueso de los fondos que gira el Estado se dedica a mantener bien alimentados a la boa constrictora, las aves rapaces y al león, que el mes pasado, por aparente negligencia del cuidador, se merendó a un niño de unos seis años.
Se sabe que la jaula de Fafner, el dragón, hace un par de años que no figura como parada obligatoria en el plano que enseña el recorrido de la visita guiada. La melancolía tardía de algún chico obliga a que su madre lo lleve a ver la jaula de Fafner, pero cuando llega, la decepción ensombrece su rostro y el chico sale tirando del brazo de su progenitora y clamando por pochoclos y gaseosa.
Un psicólogo de animales que trató a Fafner el verano pasado elevó un informe que salió publicado en la revista veterinaria “La jungla de hoy”. Se puede leer en ese artículo cosas como “Fafner experimenta un estado depresivo, producto del desarraigo y la falta de filiación”. “Es cierto que se le buscó pareja”, compensa el especialista, pero se lamenta “resultó ser el último de su especie”. El artículo cierra denunciando el estado actual de las cosas “en el mundo de hoy” e invitando a reflexionar sobre cuestiones de medio ambiente y hábitat.
Fafner ajeno a esta bibliografía se muestra consumido en sus propios fuegos, oteando el horizonte hecho de edificios, fumándose de a poco.
Recientemente un canal especializado en flora y fauna, realizó un especial sobre dragones. Allí estuvieron toda una tarde montando luces y cámaras. El resultado fue un espectáculo circense donde se veía a Fafner tratando de cocinar unas brochetes que le pasaban a través de las rejas.
Dos días después de la emisión del programa, Fafner se apagó para siempre en su jaula. En la sección de sepelios de la revista antes nombrada se leyó el siguiente obituario: “murió hoy en el zoológico municipal, Fafner, el último dragón que quedaba”.

miércoles, mayo 02, 2007

Frank Sinatra - Fly Me to the Moon Lyrics

A lo que nunca va a llegar Gerardo Sofovich, por más que intente hacerse el pesado.

martes, mayo 01, 2007

Día del Trabajador

1° de mayo. ¿Nos acordamos?


Hay un problema que podríamos llamar de los "alcances". ¿Hasta dónde llega una problemática? ¿Hasta dónde un conjunto de presupuestos puede dar respuesta a un problema determinado? ¿Hasta dónde una proceso histórico puede seguir siendo analizado? Por supuesto, podemos seguir pensando preguntas. Pero, si pensamos respuestas podemos decir: una sola persona no puede abastecer nuestras curiosidad saldando cuanto interrogante se nos ocurra, podría ser tildado de autoritario; un grupo de personas, tampoco, podría ser tildado de vanguardia esclarecida (¿les suena?); un conjunto de partidos, quizá caiga en la desgracia de ser tildado "demócratas inútiles". Por cierto, los que aceptamos que las problemáticas no siempre tienen una solución acabada y unilateral, descubrimos a diario, que otras personas, se especializan en la acción de tildar y sueltan adjetivos tales como "berreta" cuando entiende que un texto está inacabado o cuando de su lectura se desprende que no garantizamos -después de dar una propuesta- ninguna clase de resultado. (cfr. nota sobre la Feria del Libro 2007 del mes de abril) A veces entramos textos -a este blog- que sólo quieren ser disparadores. En cambio, no aspiran a ser perfectos ensayos de proyección política. En el post mencionado, tiramos la idea de una agremiación de trabajadores especializados en el tema "libro" porque entendimos que de esa manera, con una clara conciencia de su propia fortaleza, un grupo acotado de trabajadores, podría, llegado el caso, tomar una medida de fuerza. En el caso concreto de la Feria del Libro el 1° de mayo, no asistir a trabajar. Sin embargo, hay personas que se sienten defraudadas por una retórica del compromiso. Está bien, hay libertad de pensamiento. Creemos por otra parte, que en nuestro espacio, también mantenemos un compromiso con la retórica y que no nos vaciamos de sentido. Es más, pretendemos hacerlo fluir todo el tiempo. Como dijimos cuando empezamos estas líneas, los alcances deben pensarse en todos los sentidos. El que señala, también es señalado. El acusa de "ideológico", también tiene lo suyo. El que naturaliza, por algo lo hace.

Hoy escuchamos a menudo, críticas al pensamiento de izquierda de parte de personas que se paran frente al devenir histórico desde un lugar, que además de no entenderse bien, creen que no deben justificar de ninguna manera. Para ellos, lo antes dicho sobre los alcances. Los problemas que con orgullo señalan como no resueltos por un pensamiento de izquierda, tampoco lo resolvieron ellos, nunca, y mucho menos, en el día a día. Es más, siempre nos proponen las mismas recetas a contracara de tratarnos de ingenuos. Para ellos también, nadie nos da garantía del sentido de la historia, tenga ésta o no, un sentido, a priori o en acto.

Para nosotros, hoy es nuestro día. ¡ Vivamos nuestro 1° de mayo !

ACTITUD NEGATIVA

BUENOS AIRES -
(TU DESIGUALDAD)
PATROMONIO UNESCO
DEL HORROR



Lecturas deshechas. Ocio, novela de Fabián Casas

El Ocio debería ser la religión de los pueblos

No conocemos a Fabián Casas de ningún lado. Él tampoco nos conoce a nosotros. Estamos casi seguros de que tampoco lee nuestra página, como no lo hace más del 99 % del resto de la humanidad. Alguien dirá ¿a qué vienen estas palabras? ¿Qué sentido tienen, si el objeto de este texto es una mera reseña de alguna obra del mencionado autor? Pues, la verdad, es que estas palabras no vienen a nada en particular. Sin embargo, no son un simple carreteo. Entendemos que hay algo más que justifica su presencia aquí. Creemos contra toda teoría literaria puramente inmanentista que lo que viene en breve estará menos viciado por cualquier parentesco, filiación, o sencillamente un amiguismo sincero u oportuno, justamente por tener la propiedad del anonimato total. Sabemos cuántas palabras laudatorias recorren las calles colectoras de la literatura, fieles a la lógica de los dones o del Potlatch. En nuestro caso no hay nada de eso. No por eso somos mejores, ni tenemos mayores méritos ni aciertos: que alguien sea chupamedias no invalida sus capacidades, las que por otro lado, pueden ser muy variadas e interesantes. Dicho esto, lo que nos toca, es aventurarnos sobre una novela breve de aparición reciente, llamada “Ocio”.Lo que podemos decir sobre esta novela corta es que trata de armar a lo largo de una serie de aventuras hiladas con sutil cadencia e imperceptible declive una definición. Como si todo el texto conformara un diccionario de una sola palabra. Es probable que esto sea válido para casi toda la literatura, sin embargo, en este caso, en un momento de la lectura, como una manzana, nos cae la sensación de narración alcanza a perfilar una idea multicolor y prismática de esa virtud llamada ocio. Sí, esa especie de negatividad adorniana que se para frente al fluir cotidiano del trabajo, de las voces del barrio, y articula de alguna manera, con una voz que en este caso no se llena de los tics del realismo, la perspectiva de los hechos para mostrar su carácter convencional. La casa donde el personaje principal vive, se va mostrando en distintos momentos como si fuera uno de esos dibujos cubistas los cuales, luego de mirarlos tomando distancia nos dan una figura completa. Así, con este procedimiento de armado facetado –al menos esta es nuestra interpretación- cada una de las voces y los cuerpos, logran con el correr de las páginas aparecer frente a nosotros en toda su dimensión, pero sin desdeñar cierto carácter fantasmal. Porque siempre aparece un resto, un fragmento ligado al discurso de la falta, que potencia las realidades de los personajes dándoles esa profundidad espectral.

Recomendamos la lectura de Ocio, novela de Fabián Casas, publicada en 2006 por Santiago Arcos editor, Argentina.

Elecciones afectivas


Historia del Ojo


Los gustos no son libres. La trama de causas que soporta nuestras elecciones es por demás compleja y seguramente debería ser estudiada de manera multidiciplinaria. Como cuando hablamos del problema de la inflación y aparecen toda una serie de analistas que siempre atribuyen las raices de este fenómeno social, económico, etc. a razones monocausales. Por ejemplo, los monetaristas que entienden que la única causa de la inflación es el alza de los salarios. Habrá, entonces, que pensar en soluciones más plurales, con una mayor cantidad de abordajes y con una verdadera voluntad por el consenso de parte de los distintos actores sociales. Algo difícil dentro de una lógica capitalista.


¿Todo esto para justificar porqué pusimos esta foto del ojo? Sí. Simplemente porque nos gustó. Porque es un ojo que viene de un país extraño, con días torridos, y tardes de ocio otoñal. Saludos a la gente de Chechania.