sábado, abril 07, 2007

Derechos deshechos

La letra con sangre ¿entra?

Los recientes incidentes acaecidos en Neuquén dejaron como saldo la muerte de un docente. Queda claro que estos gobiernos no pueden reprimir no porque, como dicen algunos, la falta de legitimidad en la esfera política no les permita ese tipo de actuaciones, sino porque a pesar de los malditos años del menemismo y la Alianza, con su ola entregadora en lo económico y despolitizadora en lo ideológico, la sociedad -aun maltrecha- demostró que la democracia es y debe ser el ejercicio horizontal del poder. Es por eso que estas democracias no pueden reprimir; no pueden hacerlo porque sólo ejercen el poder en transacciones hechas a medianoche y a espaldas de la gente. No ejercen el poder de una verdadera representatividad. El Estado en su versión de monopolio de la fuerza se encuentra en crisis. El famoso Estado ausente, es burlado todo el tiempo por una sociedad que le lleva la delantera y frente a la cual sólo puede dar respuestas estúpidas como la que dio en Neuquén. La sociedad actual, hace rato superó la escuela primaria como para que unos bárbaros de uniforme quieran llevar a la práctica el conocido eslogan de la pedagogía que titula esta nota.

Quedamos a la espera de la renuncia del excandidato a presidente 2007, por ahora gobernador de Neuquén.

2 comentarios:

Demóstenes dijo...

Uno no puede más que indignarse con este flor de hijo de puta, que no sólo no piensa renunciar, sino que reivindica (salió en los diarios de hoy) la represión y mantiene –en una actitud de insólita ceguera– sus aspiraciones (palabra que no es arbitraria aquí, según algunos rumores) presidenciales.

Demóstenes dijo...

Mejor dicho, uno puede hacer algo más que sólo indignarse; por ejemplo, ir a la marcha de mañana.
Saludos.