jueves, noviembre 24, 2011
viernes, noviembre 18, 2011
jueves, noviembre 17, 2011
miércoles, octubre 12, 2011
Mediaciones
Julián está cerca de cumplir cuatro años. Está en la sala de sapos en un jardín del barrio. Le gusta pintar como a todos los chicos y casi como a todos los seres humanos que aun llevan consigo algo de humanidad. Me sorprende que a menudo obvie la paleta de colores. Yo le doy la paleta con un color por cada hueco y él comienza usando ese orden, pero al rato lo veo apretando los colores directo sobre el papel. A mi mujer también le llamó la atención esta operación. Yo dije que Julián eludía la intermediación burguesa que representa la paleta. Ir del pomo al soporte y mezclar directo sobre la superficie se parece a un readymade. Si la vanguardia –como gran invento burgués- tuvo paradójicamente la intención de reformular la praxis artística, la relación entre arte en vivo, tiempo y producción de obra, fue porque todo movimiento tiene en ciernes un aire renovador, pero nada más. Ayer Julián pintaba y le preguntó a su madre si podía pintar con los dedos. La madre le dijo que sí. Julián le preguntó: “y entonces ¿para qué me dan pinceles?”
miércoles, octubre 05, 2011
sábado, septiembre 24, 2011
domingo, septiembre 18, 2011
viernes, septiembre 09, 2011
martes, septiembre 06, 2011
X me dijo un día “cuando yo era comunista…” esto me dejó algo triste. Pensé “X habrá conocido el paraíso?”, “¿el paraíso nunca existió y por eso X lo dice con algo de ironía, sabor a derrota o un resto de sorna?”. Ayer vi el último número de la revista Le Monde. Un ensayo fotográfico daba cuenta de lo que el magazine llamaba “nostalgia por la Unión Soviética”, se refería a la nostalgia por sus objetos de uso cotidiano, pero se adivinaba entre líneas una relectura de aquel pasado que ni bien caída la URSS fue saldado rápidamente pero que hoy, al calor de nuestros días, parece ameritar otra lectura.
X sigue convencido de que hizo bien en abandonar su pasado, pero sin embargo lo recuerda cuando se jacta de haber vivido en una especie de edad de la inocencia. Y lo loco es que lo que contrapone a esa inocencia no es nada nuevo, ni siquiera justo. Pensé que el comunismo podría ser un estado de conciencia. Pero esto me resultaba algo metafísico frente a tanto materialismo del pensamiento marxiano. Pensé que quizá nunca fue lo creyó ser y por eso cierta liberación de sí mismo no tendría el sentido que él cree darle. Se podrían imaginar muchas combinaciones entre lo que fue, lo que creemos que fue, lo que dejamos atrás, lo que creemos dejar detrás, lo que imaginamos vivir ahora, lo que creemos que es la novedad, lo que oponemos a la inocencia, lo que nos tranquiliza, lo que perdemos con el tiempo, lo que creemos ganar.