¿Alguna vez alguien se preguntó qué sería de la cultura argentina si el abuelo de los Pauls no hubiera recalado en nuestras orillas tiempo a?
El monopolio Pauls hace temblar a Clarín. Por ejemplo Alan se integra -jerga de los libros de marketing- hacia adelante como actor y hacia atrás como crítico. Además no sólo escribe lo que actúa y critica sino que también se ve como espectador. Es un claro exponente de la llamada cultura de "uno". Uno que hace todo y ya. Disuelve la sociología del arte porque Pauls es una sociedad en sí mismo razón por lo cual la idea de otredad se ve desarticulada en una suerte de mónada que como tal se autoabastece y por lo tanto es perfecta y por qué no hermafrodita.
Del resto del clan qué decir: actores, productores, cineastas, es decir una familia sinónimo de industria cultural. Otro plan de la Argentina nacional e impopular.
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