domingo, julio 04, 2010

Ahora dicen que Alemania es un Mercedes


Varsky dice en La Nación de hoy que el modelo a seguir a nivel organizativo para tener una selección exitosa es el modelo que desde hace dos mundiales viene desarrollando Alemania. Lo dice después del cero cuatro de ayer. A estas horas todos hablan de ingeniería alemana, de orquestación, de funcionamiento perfecto, de equilibrio, etc.; todas aproximaciones a pensar la vida y el juego como una mecánica, como si la meta final de cualquier producto fuera un automóvil alemán. Los campos de concentración nazis funcionaban con la misma mecánica, esto también es cierto al punto de que nuestra dictadura tomó nota de ello y como hoy recomienda Varsky, hicieron de la ingeniería social una máquina de gestión disciplinaria casi perfecta. Ahora, no se trata de correr por izquierda al cronista de La Nación. Tampoco de establecer una filiación tirada de los pelos (esta selección alemana y los nazis, con nuestra dictadura), la idea es criticar la remanida tendencia a la chupada de media, a que todo lo que viene de Europa es fantástico. Ahora Klose es un gran jugador. Basta de mentiras. Estos muchachos alemanes jugaron al papi futbol. Si como dicen muchos crónistas nos creímos, nos agrandamos porque le ganamos a Grecia, Nigeria, México, equipos "chicos", no se crean tampoco que esta Alemania es una gran cosa. Jugó contra un rival que entró a la cancha 15 minutos tarde y que nunca encontró el juego en el medio campo. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que no hay más enganches en la Argentina -excepto el amargo Riquelme- y esa carencia nunca fue subsanada por Maradona quien no terminó de armar una estrategia honesta -el tridente nunca existió- porque Messi o Tevez debían bajar a buscar la pelota aún mas abajo que un diez clásico y todos sabemos que Messi nos es diez. El millonario pibe lo intentó, pero no es diez y tampoco va a ser diez en el 2014, lo digo desde ahora, porque si no quizá podamos probar con el arquero juegue de nueve. Quién nos dice, en cuatro años quizá se convierta en goleador. No pasa por madrurez ni por magia ni por nada. El juego tiene cosas simples como números detrás de la espalda. Esos números tienen un sentido: hay que entenderlo y honrarlo. Es cierto que Argentina tenía problemas: los cuatro de fondo nunca cerraron del todo bien. Volvamos a los números ¿por qué no tener dos laterales y dos centrales que hayan jugado de eso toda la vida? El medio campo: el único que jugó de cinco fue el cinco. ¿Por qué no trabajar mas la idea de un doble cinco o de dos ochos que contengan y armen? No fue el caso de Dimaría ni de Rodriguez, que estaba lejos de su nivel. Recuerdo: no hay más diez. Arriba no es el problema. El problema con Alemania fue que además de entrar 15 minutos tarde: el equipo estaba largo, regaló el medio campo y el partido se escapó frente a un equipo previsible y ordenado, sin magia, que ganó con claridad y con la autoridad con la que le gana un partido de papi chicos de quice a unos pibes de doce años: corrida, centro atrás, y a empujarla. Alemania no es un Mercedes, no se mojen mas las bombachas con eso. Tampoco se olviden de que es el equipo de la señora que aplaudía en la platea cuando días atrás fue la maestra y abanderada del recorte europeo. Ese recorte también es ordenado, Varsky.

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