En una canción de Shakira la letra dice "no creo en Carlos Marx". Por su parte, el español Sanz canta en una letra donde glosa la idea de aquellas cosas que no son "lo mismo": "no es comunismo". Gloria Stefan, quien dijo que su último trabajo discográfico no era político, tituló la mencionada obra "90 millas". ¿Se tratará acaso de la distancia entre Miami y Cuba? Estos apóstoles de la no política se dan el lujo de hablar de Marx, del comunismo, de "mi tierra" -la que quieren volver a transformar en un cabaret- pero niegan a los cuatro vientos sus nexos ideológicos.
Shakira no dice "no creo en Adan Smith", ni Sanz reniega de la mano invisible del mercado. La colombiana tiene una de esas fundaciones para deducir impuestos, so pretexto de llevar esperanza a niños de barrios marginados. Para completar el cuadro, Paez salió a criticar a
Chavez, tildándolo de autoritario por haber censurado a Sanz.
Lo que la nota periodística decía era que fue el propio Sanz quien levantó su show por
diferencias con el presidente de Venezuela.
En rigor, no fue una censura del gobierno de Caracas hacia el español.
¿La pregunta para Paez sería por qué un gobierno
no tiene derecho a establecer sus políticas? Acaso las multinacionales
donde él edita sus trabajos, le graban un disco a cualquiera.
Chavez, tildándolo de autoritario por haber censurado a Sanz.
Lo que la nota periodística decía era que fue el propio Sanz quien levantó su show por
diferencias con el presidente de Venezuela.
En rigor, no fue una censura del gobierno de Caracas hacia el español.
¿La pregunta para Paez sería por qué un gobierno
no tiene derecho a establecer sus políticas? Acaso las multinacionales
donde él edita sus trabajos, le graban un disco a cualquiera.
1 comentario:
Si le graban a él, le graban a cualquiera. Estéticamente hablando.
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