viernes, octubre 29, 2010


Anarquía en el Reino Unido


Hoy mejor que nunca hablar de anarquía, esa palabra que horrorizaba a el expresidente Duhalde allá cuando se hizo con el poder.
En la canción de los Pistols que da nombre a esta nota, una de las palabras que más aparece es destrucción. Sí, ahí estaba M. Thatcher, destruyendo, como la primera punk de la historia: muchas veces la denuncia es el primer producto del poder.
Tampoco es casual, que estos tiempos vuelvan a agitar las banderas del recorte, del ajuste, de las viejas recetas que ya están aplicando en el primer mundo, y, como sabemos, nada les cuesta aplicarlas acá.
Cuidado con la revancha neoconservadora.

jueves, octubre 28, 2010


K, el día después

Libertad de prensa

Hay que ser muy hijo de puta para ser Rosendo Fraga, pero hay que ser de verdad un terrible hijo de re mil putas, para serlo. Y hay que ser más hijo de puta para ser director editorial de La Nación (entregada), para permitir que alguien publique semejante afrenta, como la mierda que publicó ayer ese diario de mierda, del cual todos los tilingos dicen que están bien escrito. ¿Qué habrá leído esa gente en su vida?

No llores por mí, Argentina

Ayer en la Plaza de Mayo había mucha gente, variada, diversa, como dicen ahora autoconvocada, (sin que esto no juegue aquí mas que el color de una ironía), y esa gente estaba triste de verdad.
La pregunta, poco original que vino a mi mente, fue ¿cuántos se van autoconvocar cuando muera el h de p riojano, el sorete que gobierna la ciudad de Buenos Aires, los viejos que están presos por haber sido represores, el que se aburría y se fue en helicóptero, el cabezón. ¿Cuántos van a reunirse en la Plaza de Mayo?

Hablar es fácil. Para cambiar sin traicionar nunca es tarde

Otro boludo: Federico Storani dijo en un reportaje hará cosas de un par de meses que Néstor fue un cagón, que nunca militó en nada y que lo que hacía con los DDHH era para buscar rédito político (¿cual?, me pregunto yo en una sociedad de derecha como esta, él, Fredi, sabrá), que cazaba leones en el zoológico, etc. Qué lástima que no fue él, el que ordenó bajar el cuadro de Videla. Qué lástima; y me pregunto, si habrá sido tan fácil como él cree haber bajado ese cuadro.

miércoles, octubre 27, 2010


K


No soy pro K, pero no sé porqué detesto profundamente a los anti K. Creo, en principio, porque son sumamente berretas entre otras cosas, cosas como mediocres, ignorantes, individualistas. Muchos anti K son los clásicos gorilas, otros, provenientes de las izquierdas, son profundamente racistas, quieren una izquierda blanca y desde ya, que están muy lejos de entender al morochaje peronista. Está claro que una gran parte del peronismo es mejor perderla que encontrarla, está claro también, que Néstor no era el Che Guevara, pero quién lo es después de todo lo que vivimos. Quién.

Las acusaciones que se arrojaban contra el matrimonio presidencial (así llamado por ellos, los anti K) entre otras los tildaban de "autoritarios" y "mentirosos": por la ley "anti libertad de prensa" y "por las falacias del Indec", es justo señalar con ironía que estamos salvados porque ni de Narvaez, ni Macri, Ni Carrio, Ni Duhalde, podrán ser acusados de eso.

¿Qué nos queda? Lo de siempre, hacernos cargo de nosotros mismos; ah, y de ellos también.

Adios, Néstor.

jueves, octubre 07, 2010

La fiesta de los chivos

Hoy en la feria de Frankfurt se recibió la noticia de que habían otorgado el premio Nobel de literatura a Vargas Llosa. Había que ver cómo se ponían de contentos y excitados los burguesitos editores y empleados de la multinacional que tiene sus derechos. Contentos empleados, mojaban su ropita interior. Una escritora argentina, bastante pacata ella, salió en la web del diario El País de España, contando cuando el ahora premio Nobel, le autografió un libro. Lamentable. Estos son los que se arrogan los espacios de la cultura para sí, los que se presentan como herederos de vaya uno saber qué mierda de tradición; emocionados porque un señor que pregona el liberalismo con los argumentos mas caducos, ahora se convierte en prohombre de la cultura. Así estamos.

viernes, octubre 01, 2010

Barcelona 2010

Vine por primera vez en 1994. Menen era por primera vez presidente de la Argentina. Viajar era barato porque nuestro peso estaba sobrevaluado. Me pagué el pasaje vendiendo una Fender Aniversario y un amplificador Acoustic, también vendí unos pedales que usaba para alterar el sonido de la guitarra. Recuerdo a mi vieja diciéndome “no la venda, te vas a arrepentir”, tenía razón; pero los desvíos en nuestros caminos son raros y, aún arrepentido, ese viaje me sirvió para ver qué cosas cambiaron para mí, sólo para mi mirada, de la Barcelona del 94 con esta del 2010.

La del 94 era una ciudad más marginal, más densa, uno sentía que en la calle había gente sacada, medio drogada, alcoholizada, algo agresiva. Se escuchaban gritos en la noche que atravesaban las ventanas del hotel de la Rambla donde paraba. A la mañana temprano uno veía las calles sucias y el estado general de la ciudad si bien estaba entero era algo normal comparado con Buenos Aires.

Hoy Barcelona parece una ciudad entera recién construida. Como si en 10 años se pudiera levantar una ciudad como esta desde la nada. Las calles están azules y las líneas que ordenan el transito, dividen los carriles, protegiendo a los peatones en las esquinas, relucen recién pintadas con colores plenos de amarillo y blanco. Los edificios viejos del ensanche tienen los bronces relucientes y sus puertas como nuevas, restauradas en sus partes y puestas en valor con maderas tersas y jóvenes que enseñan sus lacas y barnices lustrosos. Si vieran la puerta de mi casa en Buenos Aires, carcomida por el olvido y gastada por el sol que la dejó seca como un pedazo de tronco abandonado en medio del desierto, llorarían de tristeza.

El barrio donde está la Fira Nueva, cerca del Montjuic, uno lo puede entender. Es un barrio como nuestro Puerto Madero, surgido de algún boom inmobiliario o producto de vaya uno a saber qué clase de arreglo. Sí, podemos entenderlo. Uno camina por sus calles con la misma angustia que produciría caminar por un barrio en la Luna. No podemos saber quién vive en esos edificios que parecen desolados. No vemos a nadie por sus calles o lo que es peor, a veces vemos desde lejos a alguien cruzar una esquina y rápidamente desaparecer, lo que nos produce algo más cercano al vacío y la soledad que a la alegría de ver un ser humano en medio de la nada.

El Barrio Gótico, quizá es lo único que cuando lo veo parece más cerca de aquel recuerdo del 94. Acaso por su antigüedad un poco decadente y su entrazado lúgubre propio de algo que no viene de la modernidad. Es, desde ya, el contra canto al ensanche el que con todo su damero programado y su desborde irracional, también burgués, con sus botánicos devaneos modernistas le da la razón a aquella idea que decía: “documentos de cultura, documentos de barbarie”.