lunes, septiembre 29, 2008

Sorry

sábado, septiembre 27, 2008

Adios mundo cruel

Los suicidas no dejan cartas como suele decir la leyenda burguesa. Tampoco buscan dejar un mensaje a la prosperidad. Los suicidas simplemente poner la cabeza en el horno, meten los dedos en el enchufe, se toman un frasco de pastillas o se vuelan los sesos, como corresponde.
Porque los suicidas saben que nadie muere dos veces. Los que amagan con la muerte acaso ignoren que ya están muertos.

Es probable que estar vivo o muerto sea una decisión que se toma cada mañana, en cada elección.

viernes, septiembre 26, 2008

No se pueden equivocar


El título de esta breve intervención hace referencia a una frase más larga que menciona el gusto de las moscas, el ser de los desechos, y por elevación, o no tanto, al devenir de los movimientos de masas y sus apetencias.

En este contexto, nuestros saludos a Linkillo.

sábado, septiembre 20, 2008

Love is a game *

Oh maybe I think, maybe I don’t
Maybe I will, maybe I won’t 
Find my way this time
I hear you calling me soon

One of these days 
Somebody stays and somebody pays
It happens all the time
I’ll be leaving, believing you wanted me to

Maybe I’m a fool
For walking in line
Maybe I should try to lead this time
I’m an honest mistake that you make
Did you mean to?
Did you mean
Did you mean 

Love is just a game
Broken all the same
And I will get over you
Love is just a lie
Happens all the time
Swear I know this much is true

And they collared you up
And collared you down
And coloured you in
And I’ve been waiting so long
To take you home

And maybe I think, maybe I don’t
Maybe I will, maybe I won’t
Find my way tonight
But I hear you calling me soon

Maybe I’m a fool
For walking in line
Maybe I should try to lead this time
I’m an honest mistake that you make
Did you mean to?
Did you mean
Did you mean 

Love is just a game
Broken all the same
And I will get over you
Love is just a lie
Happens all the time
Swear I know this much is true

Maybe I’m a fool
For walking in line
Maybe I should try to lead this time
I’m an honest mistake that you made
Did you mean to?
Did you mean
Did you mean 

Love is just a game
Broken all the same
And I will get over you
Love is just a lie
Happens all the time
Swear I know this much is true


recomendamos esta canción del grupo The Magic Number

domingo, septiembre 14, 2008


Adicciones

Las pasiones, pathos, nos dominan. En esos momentos queremos poner la cabeza debajo de la cuchilla de la guillotina y esperamos que alguien piadoso suelte la cuerda que finalmente haga rodar nuestra cabeza. Si como algunos sostienen todo es discurso, entonces qué hay de nuestros cuerpos. Hoy lo sabemos, nada más retórico que nuestra carne y nuestra subjetividad. Otros, más extremos, dirán "cuándo no lo fue". Quién lo sabe. Cómo podemos saberlo. Podemos ser mera verba, una vaga inscripción. Escrito en el cuerpo diría Greenaway. ¿Entonces, lo que éramos y lo que elegimos dónde se sostiene? Sin embargo ciertas ausencias duelen como si fueran la misma carnadura de nuestro ser. Falta el aire y el vacío se hace insoportable. No somos más que palabras, pero algo escrito, entonces, nos quema desde adentro. ¿Dónde estás?

Una puerta doble 
Seis años después

Hacía tanto de la vida juntos que ya
el dos de enero caía de vuelta un martes
haciendo que la ceja de ella, asombrada, se alzara
como un limpiaparabrisas en la lluvia,
para que su tristeza empañada se fuera, y mostrase
el camino despejado que esperaba delante.

Hacía tanto de la vida juntos que una vez
empezó a nevar, parecía interminable;
por temor a que los copos la obligaran a cerrar
los párpados, los atajé con la mano, ellos
simulando no creer en aquella devoción de ojos,
me golpetearon la palma como mariposas.

Se había vuelto tan ajena toda novedad
que los enredos del sueño avergonzarían
cualquier hondura que el analista extrajese;
cuando mis labios soplaron la vela,
los suyos, aleteando desde mi hombro, buscaron
unirse a los míos, sin pensarlo siquiera.

Hacía tanto de la vida juntos que aquellas
rosas de papel hechas jirones ya no estaban,
y un bosque entero de abedules había crecido
junto a la pared, y de pura casualidad teníamos dinero,
y como lenguas sobre el mar, por treinta días,
el atardecer amenazó a Turquía con su furia.

Hacía tanto de la vida juntos, sin libros,
sillas ni enseres –sólo aquella vieja cama-
que el triángulo, antes de surgir,
había sido una perpendicular, la cabeza
de algún conocido cerniéndose sobre
dos puntos que se habían fusionado por amor.

Hacía tanto de la vida juntos que ella
y yo, con nuestras sombras unidas, habíamos compuesto
una puerta doble, una puerta que, aun si nos perdíamos
en el trabajo o el descanso, siempre estaba cerrada:
de algún modo sus hojas se abrieron y cruzamos
hacia al futuro, hacia la noche.

Six Years Later

So long had life together been that now
the second of January fell again
on Tuesday, making her astonished brow
lift like a windshield wiper in the rain,
so that her misty sadness cleared, and showed
a cloudless distance waiting up the road.

So long had life together been that once
the snow began to fall, it seemed unending;
that, lest the flakes should make her eyelids wince,
I’d shield them with my hand, and they, pretending
not to believe that cherishing of eyes,
would beat against my palm like butterflies.

So alien had all novelty become
that sleep’s entanglements would put to shame
whatever depths the analysts might plumb;
that when my lips blew out the candle flame,
her lips, fluttering from my shoulder, sought
to join my own, without another thought.

So long had life together been that all
that tattered brood of papered roses went,
and a whole birch grove grew upon the wall,
and we had money, by some accident,
and tonguelike on the sea, for thirty days,
the sunset threatened Turkey with its blaze.

So long had life together been without
books, chairs, utensils –only that ancient bed-
that the triangle, before it came about,
had been a perpendicular, the head
of some acquaintance hovering above
two points which had been coalesced by love.

So long had life together been that she
and I, with our joint shadows, had composed
a double door, a door which, even if we
were lost in work or sleep, was always closed:
somehow its halves were split and we went right
through them into the future, into night.

Joseph Brodsky (versión de Daniela Camozzi)

sábado, septiembre 06, 2008

Quemar las naves
Un viaje por el infierno

La frase, histórica, hace referencia a soltar amarras, a tirar el lastre por la borda, en definitiva, a liberarse. Pero quemar también es, históricamente, señal de liberación en tanto, según dicen, el fuego todo lo purifica. La imagen de los sucesos de ayer en el partido de Morón, también se inscriben en una suerte de ritual: el del maltrato a los pasajeros en manos de la empresa concesionaria, el de una servicio decadente por décadas, el del crecimiento poblacional sin control, entre otros. Rituales éstos, que no lo son por definición, en tanto se trata de historias continuadas en el tiempo más que episodios de calendario religioso. Sin embargo, las llamas abrazando la formación parecían explicar otro tipo de fuego. Áquel que arde de manera latente todo el tiempo en la mansa ira del llamado pueblo. Ira y pueblo fueron los dos conceptos que los medios usaron hasta el cansancio para explicar los hechos ocurridos en el conurbano. Pero también, la elección de estas dos palabras dejaba en claro algo que parece formar parte del evangelio de la comunicación: primero que la ira, al margen de ser un pecado capital, no es respetuosa de las instituciones; segundo, que el pueblo, al menos en el imaginario que sostienen los medios, es bueno, trabajador y como se dice "la gente no hace este tipo de cosas", refiriéndose a quemar una formación de la deficitaria e incumplidora empresa TBA. La gente o el pueblo, pueden marchar con velas en las manos o acampar todos los meses para ver una estatua de yeso en San Cayetano, pero nunca prenderían fuego una formación de trenes. La violencia para los medios siempre es fogoneada por el diablo de la política. Por otro lado, las instituciones, que los propios medios de comunicación no se cansan de hostigar por corruptas, inoperantes, etc.; son eficientes y defensoras de la democracia cuando impulsan una ley a favor de liquar los pasivos de un medio periodístico que contrajo deudas por doquier y son mucho más democráticas cuando promueven ajustes a una ley que favorece el crecimiento monopólico de un multimedio. Ahí, en esos casos, nadie piensa que se atente contra la diversidad de opinión ni mucho menos contra la libertad de prensa.

Quemar las naves, entonces, puede significar otras cosas. Los móviles, los actores secretos, el armado, si lo hubo, de los hechos, las acusaciones por parte de la empresa TBA y el Gobierno, pueden leerse e interpretarse con más o menos justicia, de muchas maneras; no es este el lugar para semejante hermenéutica. Lo que Deshecho señala, rescata, por su caracter poético, es la imagen de esos trenes en llamas. No podemos dejar de recordar los autos incendiados a las afueras de París, acaso por gente que sufre la misma marginación que nuestros actores del conurbano.

En todo caso, ese fuego, arde desde hace mucho, muchas veces se agita como una pequeña brasa esperando el momento de crecer.